Geopolítica de la Migración y Remesas.
1. Las remesas como herramienta de poder
geopolítico
Instrumento de presión: Países emisores de
migrantes, como México, El Salvador o Filipinas, dependen económicamente de las
remesas. Estados receptores, como EE.UU. o los países del Golfo, pueden
condicionar políticas migratorias o económicas usando su control sobre los
flujos de dinero.
Soberanía económica amenazada: Un impuesto a las
remesas, como el propuesto en EE.UU., puede ser visto como un acto de control
económico extraterritorial que socava la soberanía financiera de los países
receptores.
2. Remesas y desigualdad
global
Migración como válvula de escape: Las personas migran por
necesidad económica, lo que evidencia las asimetrías de desarrollo entre
países. Las remesas ayudan a mitigar la pobreza en comunidades marginadas, pero
también perpetúan una dependencia estructural.
Transferencia neta de recursos del Sur al Norte: Aunque los migrantes
generan riqueza en los países donde trabajan, los países del Norte se
benefician de mano de obra barata sin asumir los costos de crianza, educación
ni salud previos de esa población.
3. Finanzas
internacionales y blanqueo de capital
Canales formales vs. canales informales: Políticas restrictivas
o impuestos pueden empujar a los migrantes a usar rutas informales,
dificultando el monitoreo fiscal y abriendo riesgos de lavado de dinero o
financiamiento ilícito.
Regulación financiera transnacional: Organismos como el GAFI
(Grupo de Acción Financiera Internacional) exigen transparencia en las remesas,
lo que puede limitar la soberanía financiera de los países emisores si no cuentan
con infraestructura bancaria adecuada.
4. Migración y
diplomacia económica
El “soft power” de la diáspora: Las comunidades
migrantes se han convertido en actores políticos de peso en sus países de
origen. Sus demandas pueden incidir en elecciones, reformas legales o cambios
de políticas públicas.
Remesas como vector diplomático: Países como México,
India o Filipinas promueven políticas públicas para proteger a sus comunidades
en el exterior a través de consulados activos, programas de retorno y
legislación favorable.
5. Seguridad nacional y
criminalización del migrante
Narrativas de amenaza: Políticos en países
desarrollados vinculan migración con criminalidad o terrorismo, justificando
medidas coercitivas como muros, militarización de fronteras o impuestos a
remesas.
Estigmatización económica: Gravar las remesas
envía un mensaje simbólico: castiga al migrante por apoyar a su familia,
criminaliza el envío de dinero y convierte una práctica solidaria en un
supuesto acto sospechoso.
6. Alternativas
tecnológicas y soberanía digital
Fintech y criptomonedas: Ante políticas
restrictivas, los migrantes exploran nuevas herramientas como las billeteras
digitales o las criptomonedas para enviar dinero con menos comisiones o mayor
anonimato.
Desafíos regulatorios: Estas alternativas
pueden representar un nuevo frente de disputa geopolítica, donde el control de
las tecnologías de envío de dinero se convierte en un campo de competencia
global.
7. Remesas, cambio
climático y desplazamiento forzado
Migración climática: Muchas personas migran
por causas relacionadas con el cambio climático (sequías, inundaciones, etc.),
y las remesas se convierten en un mecanismo de adaptación o resiliencia en
comunidades afectadas.
Injusticia ecológica: Los países emisores de
migrantes suelen ser los menos responsables del calentamiento global, pero
sufren sus consecuencias más severas, generando una nueva dimensión de
injusticia en la geopolítica migratoria.
8. Remesas y desarrollo
local
¿Inversión o dependencia? Aunque las remesas
alivian la pobreza, no siempre promueven desarrollo estructural. Se destinan
mayoritariamente al consumo, no a la inversión productiva. Algunos gobiernos
buscan canalizarlas hacia obras comunitarias o programas de ahorro.
Economías remeseras: Hay regiones en México,
Centroamérica o África donde las remesas sustituyen la inversión pública,
generando economías frágiles, dependientes y vulnerables a decisiones externas.
Conclusión
La geopolítica de la
migración y las remesas es un campo estratégico donde convergen intereses
económicos, políticos, sociales y tecnológicos. Las decisiones de un país como
EE.UU. pueden impactar directamente el bienestar de millones de personas en el
Sur Global, revelando un mapa de interdependencia y tensiones. Comprender este
fenómeno exige enfoques multidisciplinarios y políticas públicas que respeten
los derechos de los migrantes y fortalezcan la soberanía de sus países de
origen.
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